Desde el basural del mundo
La
prisión recibe semanalmente decenas de procesados de toda calaña y linaje,
procedentes de todos los sectores sociales y salidos de mejores o peores cunas.
Aunque en gran porcentaje predomina el modelo social más bajo, ninguna casta
conocida escapa a la posibilidad de vivir un tiempo detrás de rejas.
El
ladrón, el cafisho, el asesino y el timador, duermen y comen en la misma celda;
caminan juntos inmersos en grandes charlas por el patio y hasta aprenden a
respetarse, al margen de sus filosofías delictivas.
Todos,
al menos en esa etapa de sus vidas, compartirán la misma perspectiva desde su
cautiverio, sufrirán las mismas carencias que “brinda” la cárcel y si es
necesario pelearán codo a codo por sus derechos.
Todos,
al menos una vez, llevarán el cucharón hasta el fondo de la olla del “rancho”,
para ver si ese día algún buen pedazo de carne escapó al ojo del carnicero y en
lugar de haber terminado en un bolso rumbo a la casa de un policía, se haya
quedado flotando en el grasoso y espeso caldo, repasándose en cocción al igual
que todos los demás ingredientes. Y así, finalmente luego de haber pasado unas
horas, alguien golpee desesperado la puerta de hierro, acusando una fuerte
acidez estomacal, donde como solución a su problema de salud, en la enfermería
solo le ofrecerán aspirinas.
Todos,
al menos una vez, insultarán o se burlarán desde la ventana enrejada, del
soldado de la guardia exterior, que apostado en la garita no dejará dormir con sus
estúpidos gritos de las madrugadas, o simplemente sufrirá las inclemencias del
tiempo, ya sea por una intensa lluvia o por su aparente caluroso uniforme.
Todos,
al menos una vez, le darán una pitada a un “porro” y disfrutarán de una vaso de
“escabio”, aunque en su vida solo hayan bebido whisky importado y encendido
cigarrillos de marca.
Todos,
al menos una vez, verán pasar la libertad..¡tan cerca de ellos!..que a
escondidas llorarán arrepentidos, pidiéndole a Dios la misma suerte porque ese
día, al menos ese único día, no podrán olvidar que están presos.
Comentarios
Publicar un comentario