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Laberintos de pies descalzos




Al infinito se ven llegando

mil laberintos de pies descalzos


bordando arenas, hundiendo el paso

hilando huellas, caracoleando.



Y van y vienen varios sentidos

senderos breves, largos caminos

por las orillas del mar abierto

dunas arriba y luego cayendo.



Unos veloces, firmes, precisos

otros en goce, lentos, sumisos



Rotos castillos fueron quedando

en laberintos de pies descalzos

allí renacen cuando se ocultan

luces fugaces de noctilucas.



Señal de duendes en luna llena

pasaje inerte de almas en pena

borrando el rastro en las escolleras

o en el remanso de aguas que llegan.



Despierta el día, cae la marea

playa vacía, pisadas nuevas.



(Letras de la primera hora – enero 28, 2002)


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