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Mostrando entradas de febrero, 2019

Laberintos de pies descalzos

Al infinito se ven llegando mil laberintos de pies descalzos bordando arenas, hundiendo el paso hilando huellas, caracoleando. Y van y vienen varios sentidos senderos breves, largos caminos por las orillas del mar abierto dunas arriba y luego cayendo. Unos veloces, firmes, precisos otros en goce, lentos, sumisos Rotos castillos fueron quedando en laberintos de pies descalzos allí renacen cuando se ocultan luces fugaces de noctilucas. Señal de duendes en luna llena pasaje inerte de almas en pena borrando el rastro en las escolleras o en el remanso de aguas que llegan. Despierta el día, cae la marea playa vacía, pisadas nuevas. (Letras de la primera hora – enero 28, 2002)

“Solos no podemos, solos no aguantamos…”

La mirada de Dios ante el consumo adictivo(5) Era una de esas tardes a fines de enero, cuando el calor agobiaba. Habíamos preparado todo para el espacio abierto, donde llevamos adelante las reuniones para personas con problemas de consumo y de adicción; sillas en círculo, a modo de anfiteatro, el aire acondicionado en frío, nivel 26 y la pizarra contra la pared, donde colgaba un ventilador que giraba a gran velocidad. Esta vez, sustituimos el mate, el té y el café por una gaseosa pomelo de 2 litros. Esa tarde habían concurrido tres personas, pero el número de participantes nunca fue ni será motivo de frustración a la hora de abordar esta problemática que nos confronta como sociedad. La apertura de las reuniones tienen la particularidad de una espontánea charla sobre lo que sea, como para soltarse y alejarse de alguna estructura que pueda ahuyentar cualquier deseo de expresarse; es como llegar a un lugar con personas más o menos conocidas, saludar y mezclarse en una conve